En el miércoles 9 de junio, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció otra ronda los aranceles contra 8 países: Sri Lanka, Argelia, Brunei, Irak, Libia, Moldavia, Filipinas y Brasil, con un rango entre 20% y 50%.

Sorpresamente, impondrá aranceles del 50% contra los productos de Brasil por el juicio al expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que está acusado de planear un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022.

Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva respondió con una delcaración contundente, diciendo que los aranceles de Trump activarían la ley de reciprocidada económica de Brasil, que permite suspender acuerdos comerciales, de inversión y de propiedad intelectual con países que dañen la competitividad del país.

La decisión de Trump contra Brasil causa sorpresa en el mercado, porque Estados Unidos disfruta un superávit comercial de 7,4 billones de dólares con Brasil, por lo cual analistas creen que las relaciones personales con Trump importan tanto como cualquier fundamento económico.